jueves, 31 de enero de 2013

CAMBIO DE MODELO PRODUCTIVO


Una cosa es el modelo productivo de un país, es decir, el cómo y el qué en materia de actividad económica que proporciona riqueza al conjunto (Estado), y otra son las diversas micro-alternativas que pueden surgir de las cenizas de la actual crisis, vistas como "oportunidades de negocio".
Si miramos atrás, nuestro anterior modelo productivo, dicen, se basaba en el sector de la construcción, referencia en cuanto a ocupación en términos de empleo y capacidad de movilización de recursos e industrias subsidiarias. A poco que analicemos nos damos cuenta que en este sector había una fuerte influencia financiera, auspiciada por la bonanza y la desregulación de los movimientos de capital internacional. Y que además era un sistema de bucle cerrado cambiando la riqueza de manos, (más bien concentrándola en unas pocas), pero no generando nueva. Lo que queda de todo ésto son las multinacionales patrias que han adquirido Know-How en el sector y  hoy lo exportan en forma de adjudicación de grandes infraestructuras en otras latitudes, pero que no solucionan el problema de la sostenibilidad de la economía nacional, por no hablar del paro.

Surgen entonces incógnitas que tendremos que ir afrontando para desarrollar las medidas a corto, medio y largo plazo para implementar un nuevo modelo. Por ejemplo, los recursos financieros y su regulación y articulación, la adecuación de la fuerza laboral al nuevo modelo, medidas estatales, legislación, etc. Así, el clima financiero ha cambiado sustancialmente, factor a tener en cuenta a la hora de plantear un cambio en el sector que surja como referente para "tirar" de la economía nacional en las próximas décadas. Otro factor, en relación con la fuerza laboral, es el cambio en el modelo educativo, esencial. Se deben acometer medidas a todos los niveles y con diferentes perspectivas en el tiempo. 

Lo referido es a modo de esbozo y planteamiento simple sin ánimo de rigurosidad, existen infinidad de factores que se tendrían que ir descomponiendo para el análisis y que no son objeto de expresión aquí, por extensión, no porque carezcan de interés.

Éste es un punto de vista simétrico e institucional, objetivo, es decir, lo que se tiene que hacer y analizar desde arriba y por quién dispone del poder para este tipo de cambios, y no hablo solo del poder político. Otro punto de vista más asimétrico y subjetivo, más cerca del individuo quiero decir, son los cambios que se puedan producir desde la óptica de "oportunidades de negocio".

Surgen áreas de actividad en campos como el ocio, la asistencia social, mecanismos de intercambio de servicios, nuevas formas de relación laboral, ecología, reciclaje y sostenibilidad, agricultura ecológica, explotación de energías alternativas, redes sociales, y las posibilidades del comercio global. Todo ello aderezado de fondo con la utilización de nuevas tecnologías que en si mismas son un factor de crecimiento económico.

Si se articula una mayor flexibilidad desde el Estado, para que el individuo sea capaz de crear y emprender sin trabas, el nacimiento de nuevas ideas y el florecimiento de la aportación del valor añadido de cada individuo al colectivo, acompañado de financiación para los emprendedores de fuentes alternativas consideradas por el sector financiero tradicional como apócrifas, deberían dar como resultado el resurgimiento de la economía. En este escenario se comenzaría a dibujar el inicio de un nuevo modelo productivo, con un sector de referencia o sin él. Me atrevería a decir que mejor sin él, una hidra con muchas cabezas es más difícil de destruir que un Dragón que escupe fuego.

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