viernes, 27 de abril de 2012

LIBRO DE CABECERA

Uno no nace innumerables veces en momentos históricos diferentes, ni puede abarcar el cúmulo de experiencias necesarias para un "Cum Laude" vital; solo aspiramos a graduarnos y morir con dignidad para retomar el camino.
Ante tal evidencia nos servimos de un paliativo para, siquiera de soslayo, tocar lo que no somos capaces de vivir siendo, pero si leyendo.  Así  absorbemos personalidades ajenas sintiéndonos protagonistas de novelas como la que nos ocupa.
Fue publicada en 1979, nos lleva desde el Shangai colonial y el Japón de Posguerra hasta un presente (años  setenta) visto con obsolescencia por el lector actual, este hecho no le resta vigor a la narración debido a que el hilo conductor es la personalidad del protagonista, y su suerte.
Trevanian (seudónimo del autor) nos perfila el concepto que da título a la novela, Shibumi, ideal japonés de lo sublime, el silencio, la discreción, la sutileza, algo más allá de la excelencia. Lo hace a través de la vida del protagonista, Nicolai Hel, del que no desvelaré aquí nada, excepto que su objeto era alcanzar a vivir según este principio.
Una lectura envolvente, sencilla, aunque vista con perspectiva histórica nos pueda parecer en algunos aspectos un poco ingenua en lo que respecta a las relaciones internacionales, y la concepción del mundo vista desde los años setenta en plena crisis mundial del petróleo

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